Boletín de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela
Editorial
Los
hacedores de historias…
“Hay dos cosas infinitas, el universo y la
estupidez humana, y no estoy muy seguro del Universo".
Albert Einstein
¨La medicina se aprende al lado de la cama y no en el
salón de clases. No dejes que tus concepciones de enfermedad vengan de palabras
oídas en clases o leídas en un libro. Ve, luego razona, compara y controla.
Pero primero ve¨.
Sir William Osler
Figura
1. En orden cronológico, los pioneros, los ¨hacedores de historias¨
a lo largo de los
siglos.
Ante la inminente emergencia a la escena
de la salud de 8.250 médicos, llamados ¨integrales¨ comunitarios (MIC) bajo la
égida de la Misión Médica Cubana, imbuida de la visión comunista de enseñanza
de una medicina amputada, superficial, más ideológica que científica, donde se timaron
y deformaron jóvenes en recintos cerrados, en negación de una tradición
milenaria de cerca de 2.500 años de gesta, al aprender la realización de la historia
o expediente clínico en ausencia del enfermo, en cercanía con este a su
cabecera, pues la instrucción se dio a través de ¨tecno-enseñanza¨ a solas:
computadores, videos, fotografías y páginas seleccionadas de libros de texto
para memorizar, consideramos que debemos
hacer algunas reflexiones sobre la evolución de la historia médica.
·
Hipócrates (459 – 335 a.C.), figura máxima de la medicina helénica y la Escuela de
Cos, genio mayor de la medicina de todos los
tiempos, quien en su obra Epidemias, libros I y III, recogió las historias
particulares de 42 enfermos cuyas descripciones abren las verdaderas puertas a
la medicina científico-natural y al ejercicio de la clínica. La primera de esas historias debe ser transcrita nuevamente
-en estos crudos tiempos de olvido-, en la versión del médico y filólogo
francés Emile Littré, traducida al español: Con ellas se abren las
puertas a la clínica y a la comprensión del enfermo.
“Filisco, que
vivía cerca de la muralla, se metió en cama. Primer día, fiebre aguda, sudor, la noche fue penosa. Segundo día,
exacerbación general, más por la tarde; una pequeña lavativa produjo evacuación
favorable y la noche fue tranquila. Tercer día, por la mañana y hasta el
mediodía pareció haber cesado la calentura, pero a la tarde se presentó con
intensidad, hubo sudor, sed, la lengua empezó a secarse, la orina se presentó
negra, la noche fue incómoda, se durmió el enfermo y deliró sobre varias cosas.
Cuarto día, exacerbación general, orinas negras, la noche menos incómoda y las
orinas tuvieron mejor color. Quinto día, hacia el mediodía se presentó una
pequeña pérdida de sangre por la nariz, de sangre muy negra, las orinas eran de
aspecto vario y se veían flotar nubecillas redondas semejantes a la esperma y
diseminadas que no formaban sedimento. Con la aplicación de un supositorio,
evacuó una pequeña porción de excremento con ventosidad, la noche fue penosa,
durmió poco, habló mucho y de cosas incoherentes, las extremidades se pusieron
frías sin que pudieran recibir el calor y la orina se presentó negra. A la
madrugada se quedó dormido, perdió el habla, sudor frío, lividez en las
extremidades y sobrevino la muerte a la mitad del sexto día. Este enfermo tuvo
hasta su fin la respiración grande, rara, como sollozosa, el bazo se le hinchó
y formó un tumor esferoidal, los sudores fríos duraron hasta el último instante
y los paroxismo se verificaron en los días pares”.
Esta magistral descripción clínica es el resultado metodológico de siglos
de observación a la cabecera del enfermo, en ella no hay nada de misticismo ni
de magia, se describe lo que se ve y se palpa y se toman medidas terapéuticas
que responden a un pensamiento lógico razonado. Todo este saber médico alejado
de especulaciones abstractas y encaminadas a la curación del enfermo es, no
otra cosa, que verdadero arte clínico. El párrafo que acabamos de leer, a la
que nada escrito con anterioridad puede compararse, valga decir las
descripciones de las tablas votivas que se colgaban de las paredes o columnas
de los templos griegos, dio nacimiento documental a la clínica en la historia
médica de la humanidad
El propio Hipócrates en su Tratado del Pronóstico nos precisa la
metodología de la exploración clínica e incluye el concepto de pronóstico con
el que se completa el primer método clínico conocido hasta entonces:
“El médico –escribió Hipócrates- deberá hacer en toda enfermedad aguda las
siguientes observaciones: primero examinar la cara del enfermo y notar si se
asemeja a las de las personas sanas, y sobre todo, si se parece a la del mismo
cuando estaba saludable; esta circunstancia es la mejor, pues cuanto más se
aparta al parecido natural, tanto mayor será el peligro. Las facciones llegan a
su mayor grado de alteración cuando la nariz se afila, los ojos se hunden, las
sienes se deprimen, las orejas se encogen y enfrían, sus lóbulos se inclinan
hacia fuera, la piel de la frente se pone tirante, seca y árida, toda la cara,
en fin, queda verdosa, negra, lívida o aplomada. Si desde el principio del mal
el rostro presenta estos caracteres y los demás signos no suministran
indicaciones suficientes, se preguntará si el enfermo ha estado mucho tiempo
desvelado, si ha tenido alguna gran diarrea, si ha sufrido hambre, porque si
hubiese acontecido cualquiera de estos accidentes, deberá considerarse menos
inminente el peligro. Semejante estado morboso se juzgó en 24 horas cuando las
causas que acabo de indicar son las productoras de la alteración fisonómica,
pero si así no fuera, si la enfermedad no cesase en las horas prefijadas la
muerte no se hará esperar”.
·
Thomas Sydenham (1624-1689), genial clínico llamado el Hipócrates inglés,
le corresponde el gran mérito histórico de haber hecho comprender en el siglo XVII
la necesidad del regreso a la observación de los fenómenos clínicos a la
cabecera del enfermo y fiel a la esencia del legado hipocrático, que tiene como
objetivo directo y supremo de la medicina, curar al enfermo. Mientras los
yatroquímicos y los yatrofísicos sostenían las más ásperas polémicas, él volvía
a la Escuela Helenística y afirmaba la necesidad de actuar próximo al enfermo.
Una anécdota de este brillante clínico que no sólo
enseñaba medicina, sino que también procuraba que la cultura permeara en sus
alumnos es esta que se reseña. En ocasión de su graduación, uno de ellos, Richard Blackmore le pidió la recomendación de
una gran obra de medicina para su mejor preparación. Aquél le dijo: ¨Leed el
Quijote¨, y al repetirle la pregunta, no le habló de una obra de Shakespeare,
el Cisne de Avon, sino que le insistió: ¨Releed El Quijote…¨.
·
Hermann Boerhaave (1668-1738), también
llamado Hipócrates Holandés del siglo XVIII, dará nuevo ordenamiento a la
relación entre la práctica y la elaboración de las ideas abstractas para
enriquecer el método clínico. Hasta ese momento se desarrollaba primero la
teoría, adaptando a ella la experimentación y el enfermo. Boerhaave enseñó a examinar
primero al enfermo y a estudiar el mal y después sobre esa base construir la
doctrina. En dos pequeñas salas con sólo doce camas en el Hospital de Leyden,
apoyado en su método, diría el erudito historiador médico Henry E. Sigerist, formó a
los clínicos de media Europa.
·
René Theophile Hyacinthe Laennec (1781-1826),
en 1819, producto de su intenso trabajo a la cabecera del enfermo pulmonar –ese
que le llevó a la muerte por tuberculosis -, publica en dos voluminosos tomos
su obra, Tratado de la auscultación mediata y de las enfermedades de los
pulmones y del corazón. En ella expuso los detalles que le llevaron a la
invención del estetoscopio y al descubrimiento y pulimentación de la
auscultación mediata o instrumental. Entraba en la clínica un nuevo lenguaje
muy emparentado con el de la percusión o inventum
novum de Leopold Auenbrugger (1761),
y los médicos de todo el mundo repetirían sin cansancio las descripciones de
los sonidos orgánicos, ya del sano o del enfermo, así como descritas por el genial
clínico en el Hôpitaux Charité, fundado en Paris
en el siglo XVII.
“El estertor crepitante húmedo –describió Laennec- es un ruido que se
produce evidentemente en el tejido pulmonar. Se le puede comparar al de la sal
que se hace crepitar a un calor suave en una sartén, al que produce una vejiga
seca que se insufla, o menos todavía, al que deja oír el tejido de un pulmón
sano e hinchado de aire que se aprieta entre los dedos; sólo que es un poco más
fuerte que éste último y, además de la crepitación, lleva consigo una sensación
de humedad muy marcada”.
·
Joseph Skoda, internista (1805-1881), apoyado
por el patólogo Karl von Rokitansky (1804-1878), apodado el "Linneo de la
anatomía patológica", con su Tratado
sobre la percusión y la auscultación, publicado en 1839, es en opinión de
Sigerist el basamento del diagnóstico físico moderno. El método clínico se
había completado, pero faltaba el pensamiento unificador que habrá de
interrelacionar todas sus partes para llegar al diagnóstico: el interrogatorio
o diálogo diagnóstico, la inspección, la palpación, la percusión y la
auscultación, sobre todo las dos últimas. Esta labor la realizaría cabalmente
Skoda, la más alta figura de la clínica de la Escuela Médica Vienesa.
El siglo XIX y la primera mitad del XX constituirán la época de oro de la
clínica, principalmente en Europa. En ese tiempo aparecerán las obras de los
grandes sistematizadores del conocimiento clínico de la Escuela Francesa: Armand Trousseau (1801-1867), Segismundo Jaccoud (1830-1912), Pierre Potain (1825-1901), Claude Bernard y George Dielafoy (1840-1911). La
inspección será llevada a su máximo por la Escuela Italiana de Aquiles de Giovanni (1837-1916) y Nicolas Pende (1880-1950). La palpación
logrará perfecciones en las manos de Ernest
Laségue (1816-1883) y Franz Glenard
(1848-1920). La percusión alcanzará su cúspide con la técnica concéntrica y
convergente de Potain dibujando los
difíciles perfiles del corazón. Y la auscultación llegará a su más alta
expresión en los oídos virtuosísimos de Austin
Flint (1812-1886) y Henry Vaquéz
(1830-1936).
· · Sir William Osler (1849-1919), patólogo,
clínico, educador, bibliófilo, historiador y escritor del Hospital Johns
Hopkins de Baltimore, llamado ¨Padre de la moderna medicina¨ e Hipócrates
Americano. Poco después de llegar a Baltimore, Osler insistió en que sus
estudiantes de medicina en formación tempranamente se adiestraran junto a la
cama de los pacientes: En su tercer año tomaban las historias y realizaban de
exámenes físicos y además, sencillas pruebas de laboratorio de las secreciones,
sangre y heces.
Fue pionero de la enseñanza junto a la cama
del enfermo pasando revista con un puñado de estudiantes, donde enseñaba su
método incomparable de " exploración física minuciosa".
Su mayor contribución fue el insistir
en que los estudiantes aprendieran a ver y hablar con los pacientes,
complementando su formación mediante el establecimiento de la residencia médica. This latter idea spread across the English-speaking world and
remains in place today in most teaching hospitals. Esta última idea se diseminó por el mundo de habla inglesa y sigue en pie
hoy en día en la mayoría de hospitales docentes.Through this system, doctors in training make up much of a
hospital's medical staff A través de este sistema, los médicos en
formación constituyen una gran parte del personal médico de un hospital. The success of his residency system depended,
in large part, on its pyramidal structure with many interns, fewer assistant
residents and a single chief resident, who originally occupied that position
for years El éxito de la residencia dependía, en gran parte, de su
estructura piramidal, con pasantes, residentes, asistentes y un jefe de residentes,
que originalmente ocupaba el puesto por años. While at Hopkins Osler established the full-time, sleep-in
residency system whereby staff physicians lived in the Administration Building
of the Hospital. Estableció el tiempo completo, así que los médicos del
personal vivían en el Edificio de Administración del Hospital durante siete u
ocho años durante los cuales llevaban una vida restringida, casi monástica. As established, the residency was open-ended,
and long tenure was the rule.
Aplicado a la situación de la Venezuela actual y la de-formación de los MIC
cubanizados, He liked to say, "He
who studies medicine without books sails an uncharted sea, but he who studies
medicine without patients does not go to sea at all." gustaba decir:
“El que estudia
medicina sin libros navega en un mar desconocido, pero quien estudia medicina
sin pacientes no navega del todo”.His best-known saying was "Listen to
your patient, he is telling you the diagnosis," which emphasises the
importance of taking a good history. [ 2 ] Su aforismo más conocido que hace
hincapié en la importancia de obtener una historia clínica integral, reza como
sigue, "Escucha a tu paciente, te está diciendo el diagnóstico".
He reduced the role of didactic lectures
and once said he hoped his tombstone would say only, "He brought medical
students into the wards for bedside teaching."Redujo el papel de las conferencias didácticas y una vez dijo no deseo otro epitafio ... que
la afirmación de que, ¨Enseñó a los estudiantes de medicina en las salas, ya
que lo consideró el trabajo más útil e importante que hayan sido llamados a
hacer." Osler fundamentally
changed medical teaching in the North America, and this influence, helped by a
few such as the Dutch internist Dr. PK Pel , spread to medical schools across the globe.
· Viktor von Weiszäcker (1886-1957), neurólogo e internista
alemán, considerado como uno de los fundadores de la Medicina Antropológica, líder de la medicina psicosomática en
Alemania, basada en el principio de que los fenómenos psíquicos y los somáticos
son dos aspectos de un mismo proceso, hasta el punto de llegar a considerar a
todas las enfermedades como dolencias "psico-somáticas", aun cuando
en muchas de ellas el componente "psicológico" no sea identificable o
tenga muy escasa relevancia. En su Proyecto para una teoría general de la enfermedad, básicamente consideró que toda enfermedad pasa por tres fases: neurosis,
biosis y esclerosis. Cuando un problema del ello no se resuelve
satisfactoriamente se manifiesta como síntoma corporal, que es la expresión
simbólica de un órgano. Si el médico desapercibido no intenta la psicoterapia
adecuada y una relación satisfactoria con el paciente, aparece la biosis, la enfermedad
orgánica, y los signos físicos de ella. La actitud del médico suele ser dar una
receta la que, con frecuencia, controla la enfermedad brevemente, por efecto
placebo. Pero la enfermedad recurre y finalmente la función del órgano
"muere" (esclerosis) y ya no es posible la terapéutica adecuada ni la
curación Es un hecho que cuando enferma un órgano enferma el hombre entero y
cuando enferma la mente también enferma todo el hombre.
·
Pedro Laín Entralgo (1908-2001), médico
español universalmente
reconocido como un notable investigador en el campo de la historia de la
medicina, así como en diversos ámbitos del pensamiento y la cultura. Para
muchos, es el humanista e investigador médico más destacado de la España del
Siglo XX y el precursor de una enseñanza renovada y creativa de las ciencias
sociales y humanas en la formación del médico. Varios connotados médicos habían
desarrollado previamente una visión antropológica de la medicina: von Weiszäcker,
Deutsch y Alexander pero difícilmente se puede encontrar un análisis de
naturaleza antropológica de la medicina tan sistemático, detallado y profundo
como el que el hizo. Su
extraordinario libro, "La historia clínica" (1950, 1961), lo habrían
de conducir a su teoría de la relación entre el médico y el paciente. Señaló con mucha claridad
el pensamiento central de su exposición: "El
fundamento de la patología general está constituido por un conocimiento del
hombre en cuanto sujeto a la vez enfermable y sanable, en cuanto sujeto que
puede padecer enfermedad y, por lo tanto, que está sano y en cuanto sujeto que
padece de hecho enfermedad. En cuanto sujeto que puede ser técnicamente curado
de su enfermedad y en cuanto sujeto que puede ser librado de la enfermedad
antes de que llegue a padecerla. El conocimiento científico del hombre en
cuanto sujeto enfermable y sanable: esto es justamente, tal como yo lo
entiendo, la Antropología médica".
· · Gregorio
Marañón (1887-1960), llamado el Hipócrates Español, se destacó en tres facetas fundamentales de su vida: la de médico, la de
historiador y la de moralista. Para referirse a la importancia de la
comunicación entre un médico y su paciente, del diálogo exploratorio o
anamnesis, se hacía la siguiente pregunta, -¨ ¿Cuál es el instrumento que ha
más ha hecho progresar a la medicina?¨, y sin titubear él mismo se contestaba,
¨ ¡La silla!¨ Pues es ella donde el
médico al escuchar con atención, inteligencia y destreza, se deja enseñar por
el enfermo, calza sus zapatos pudiendo así entender el cuadro patológico que
trae a consideración, puede percibir la enfermedad y entender la subjetividad
de la persona que la sufre. Por cierto, el
profesor Carlos Jiménez Díaz (1898-1967),
gloria de la clínica española, señalaba que, ¨Antes de la inspección, la
palpación, la percusión y la auscultación -pilares del diagnóstico físico-, el
médico debe saber efectuar la ‘escuchación’¨.
·
En nuestro país, Venezuela, una
pléyade de insignes médicos desde la época del Sabio José María Vargas (1786-1854) y que sería muy largo de mencionar
han enseñado y siguen enseñando medicina a la cabecera de la cama del sufrido
en el Hospital, en el Ambulatorio o en el domicilio, ¡Cómo debe ser…!
Colofón
En el
¨aquí y el ahora¨ del desarrollo médico actual presenciamos un progresivo,
tumultuoso e incesante avance en las técnicas de exploración morfológica y funcional, al punto de equipararlas a la realización
de una autopsia, virtual, se entiende. Así, no deja de impresionar el
avance tecnológico mediante el cual diversos
métodos, la más de las veces sofisticados y costosos, permiten descubrir
alteraciones sistémicas y trastornos de las funciones orgánicas que hasta hace
poco podíamos detectar con esfuerzo. Si bien ello constituye una verdad
indiscutible, no es menos cierto que los avances en los métodos diagnósticos han
hecho olvidar con frecuencia otro método indiscutible, el de la semiología
clásica y, en particular, la cuidadosa obtención, análisis y valoración
inteligente de los datos de la historia clínica, que siguen conservando un
valor insospechado en la medicina moderna, pues permiten realizar un
diagnóstico acertado hasta en un 90% de los casos.
El estudiante de medicina y posteriormente el
graduado, ¨silla frente a silla¨ y a vida entera, debe entrenarse para acometer
el proceso de una comunicación individual adecuada y fructífera, que sirva de
guiador para indicarle durante el examen físico, el énfasis requerido en
aquellas áreas de reparo que la conversación haya sugerido, permitiendo al
mismo tiempo, ver la persona tras la enfermedad. Este examen deberá ser
completo, aplicando los procederes clínicos básicos al mismo tiempo que
sabiendo cómo registrar y transcribir en forma comprensible, cronológica y
legible, sin errores ortográficos,
los datos recogidos en las diferentes postas del examen, sin incurrir en
iatrogenia y cuidando los principios básicos de la ética médica. Para
finalizar, deseable sería incluir una corta epicrisis: juicio o apreciación
clínica de la enfermedad bajo consideración e inclusive, alguna bibliografía
básica si se tratara de una condición poco conocida.
Entre enero y julio de 2008
un comité de médicos cubanos evaluó la calidad de los profesores del programa
de Medicina Integral Comunitaria en el Municipio Marcano del Estado Nueva
Esparta, concluyendo que ¨tenían escasa experiencia docente, insuficiencia de
conocimientos y habilidades para desempeñarse pedagógica y metodológicamente¨…
¨En la formación de pregrado se apreció que estas deficiencias impiden un
adecuado desempeño metodológico en la preparación y la impartición de los
contenidos¨.
¿Cómo pudieron cohonestar
médicos venezolanos, egresados de universidades nacionales según planes
programáticos consagrados por el tamiz del tiempo y que han ido evolucionando
con miras al futuro, por una nueva forma de enseñanza que soslaya de plano el
contacto con el enfermo?, ¿Cómo el coordinador de su programa, médico
venezolano, exprofesor de la Escuela José María Vargas, pudo afirmar que los
¨médicos venezolanos desconocen a sus comunidades y por lo tanto, no están
formados para atenderla¨, traicionando y entregando la soberanía de la
educación médica en manos ignaras de empíricos, aprendices y saltabancos? ¿Por
qué tanto odio destructivo para con la ¨madre clínica¨ y para con su Alama
Mater?
Al médico comunitario le llamaban en
Cuba, ¨Cinco Picos¨, pues con solo subir cinco veces el Pico Turquino en la Sierra
Maestra le daban el título de médico, y se decía que su especialidad era dar el
certificado de defunción. Quiera
Dios que con estos jóvenes que han enajenado sus vidas y sus práctica no se
cumpla el decir de Carlos Alberto Montaner acerca de los ¨esclavos modernos¨ o
médicos cubanos: ¨Son los esclavos preferidos del Comandante: Los alquila, los
vende, los presta, los cambia por petróleo, los utiliza como coartada para
justificar su dictadura¨
Bajo esta forma sucinta de
repasar la historia de la clínica, podemos apreciar que con esta cohorte de 8.250
¨médicos ¨integrales¨ y otra veintena de mil por venir, el gobierno nacional
hará naufragar la medicina nostra
mediante una oferta engañosa con avieso fin de sumergirnos más en el atraso
cuartelario, destruir la medicina nacional y poner en riesgo la salud de la
nación.
Dios y la Patria a todos se
los reclamará…
Addendum.
Aforismos de Sir William Osler, Padre de la Medicina Interna
1.
¨El buen médico trata la enfermedad; el gran
médico trata al paciente que tiene la
enfermedad¨.
2.
¨Estamos aquí para añadir lo que podemos a la
vida, no para sacar lo que podemos de la vida¨.
3.
¨No
hay arte más difícil de adquirir que el arte de la observación, y para algunos
es realmente difícil registrar sus observaciones en lenguaje breve y sencillo¨.
4.
¨El deseo de tomar medicinas es quizá la
característica más grande que distingue al hombre de los animales¨.
5.
¨Uno
de los primeros deberes del médico es educar a la población a no tomar
medicinas¨.
6.
¨El joven médico comienza la vida con 20
drogas para cada enfermedad, y el médico viejo termina la vida con una droga
para 20 enfermedades¨.
7.
¨El coraje y la alegría no sólo te harán
sobrellevar los momentos ásperos en la vida, sino que te capacitará para llevar
confort y ayuda a los corazones débiles y te consolará en las horas tristes¨.
8.
¨Es mucho más importante conocer qué suerte
de paciente tiene la enfermedad, que qué suerte de enfermedad tiene el paciente¨.
9.
¨La práctica de la medicina es un arte, no un
comercio; una vocación, no un negocio; una vocación en la cual tu corazón se
ejercitará igualmente que tu cabeza. Con frecuencia la mejor parte de tu
trabajo no tendrá que hacer nada con pociones o píldoras, y más con el
ejercicio de la influencia de lo fuerte sobre lo débil, de lo derecho sobre lo
torcido, de lo sabio sobre lo tonto¨.
10. ¨Observa, registra, tabula,
comunícate. Usa tus cinco sentidos... Aprende a ver, aprende a oír, aprende a
sentir, aprende a oler, y ten seguro que mediante la sola práctica puedes
volverte un experto¨.
11. ¨La mejor preparación para el mañana es hacer
el trabajo de hoy superlativamente bien¨.
12. ¨El valor de la experiencia está no en ver
mucho, sino en ver sabiamente¨.
13. ¨El enemigo más peligroso
que tenemos que combatir no es la carencia de conocimientos, es la apatía, el
desinterés, es la indiferencia de cualquier causa¨.
14. ¨Es mucho más simple
comprar libros que leerlos y más fácil leerlos que absorber sus contenidos¨.
15. ¨Preocúpate más por el
individuo que por las características especiales de su enfermedad… Ponte en su
lugar… La palabra amable, el saludo alegre, la mirada de afecto—eso que el
paciente entiende¨.
16. ¨No vivas en el pasado ni
en el futuro, pero deja que cada día absorba todo tu interés, energía y
entusiasmo. La mejor preparación para el mañana es vivir bien el presente¨.
17. ¨Mientras mayor la
ignorancia, mayor será el dogmatismo¨.
18. ¨Elimina toda ambición más
allá de hacer bien el trabajo diario. Para tener éxito, los viajeros en el
camino viven en el presente sin considerar el mañana. No vivas ni en el pasado
ni en el futuro, sino deja que el trabajo de cada día absorba toda tu energía y
satisfaga tu más deseada ambición”.
19. ¨Trabajo es el ábrete
sésamo de cada portal, el gran ecualizador en el mundo, la verdadera piedra
filosofal que transmuta en oro todo el metal de la humanidad ¨.
20. ¨Para el médico general una
biblioteca bien usada es uno de los pocos correctivos de la senilidad prematura
que está tan dispuesta para engullirlo...¨.
21. ¨El primer paso hacia el éxito en cualquier
ocupación es interesarse en ella¨.
22. ¨Jabón y agua, y sentido común son los mejores
desinfectantes¨.
23. ¨Ningún ser humano está
hecho para conocer la verdad, la completa verdad y nada más que la verdad; aún
los mejores hombres deben contentarse con fragmentos, con miradas parciales,
nunca con la verdad completa¨.
24. ¨No hay, en verdad, especialidades en medicina.
Para saber completamente muchas de las enfermedades más importantes, basta con
familiarizarnos con sus manifestaciones en muchos órganos¨.
25. ¨Las filosofías de una época se han vuelto los
absurdos de la siguiente, y las tonterías de ayer se han vuelto la sabiduría
del mañana¨.
26. ¨Estudia hasta los 25,
investiga hasta los 40, ejerce hasta los 60, edad en que yo te retiraría con
doble paga.”
Zayas Fernández M, Lachicott Frias E, Hidalgo
León N, González Feria A. ¨Caracterización del
desempeño docente del núcleo de profesores de Barrio Adentro del Municipio
Marcano¨. Humanidades Médicas, versión on
line enero-abril de 2011. http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1727-81202011000100013&script=sci_arttext
ThinkExist.com. William
Osler Quotes. http://thinkexist.com/quotes/william_osler/