lunes, 9 de agosto de 2010

Rompiendo Crismas a Botellazos

Salvador G. Serrano

Analizado un viejo enigma de la ciencia forense

Voy a hacer una pregunta al lector que tal vez no se haya planteado nunca. A la hora de recibir un botellazo en la cabeza, ¿preferiría que la botella de cerveza de medio litro estuviera llena o vacía?

Es una de esas preguntas que probablemente sólo unas pocas personas se hacen a lo largo de su vida. Tal vez únicamente aquellas que de vez en cuando se lían a mamporros en el bar de turno, una escena en la que uno no puede dejar de imaginarse a un camarero impasible que va secando vasos con un trapo y un pianista que no para de tocar mientras sillas y otros enseres vuelan sobre su cabeza.

A lo que iba. Hay otro tipo de personas que se hacen esa misma pregunta: los científicos. En este caso forenses. En concreto, un equipo de la Universidad de Berna (Suiza) fue galardonado en la pasada edición de los Premios IgNobel, no sin ironía, en la categoría de Paz. Su trabajo, aparecido en el Journal of Forensic and Legal Medicine (2009;16:138-142), llevaba el sugerente título: “¿Es más fuerte una botella de cerveza llena o vacía y basta su umbral de fractura para romper un cráneo humano?”

Los autores explican que el examen de personas vivas o muertas que han sido víctimas de botellazos en disputas de taberna no es algo inhabitual en el ámbito de la práctica forense. De hecho, indican que en algún juicio han sido interrogados acerca de si es posible romper el cráneo de alguien con una botella de cerveza y si ésta hace más daño llena o vacía. No se trata, pues, de aquello ver la botella medio llena o medio vacía, sino de mantener el occipital lejos de ella.

Comentan que el tipo de heridas es distinto dependiendo de si la botella está rota o entera. En el primer caso, el vidrio puede causar heridas cortantes. En el segundo, el resultado es un contundente mazazo. En cualquier caso, la capacidad para romper un cráneo depende de las propiedades de la botella, pues si el vidrio es muy frágil difícilmente conseguirá fracturar el hueso, como ocurre con las botellas de pega que se usan en las películas del oeste.

Lo que hicieron los científicos fue examinar diez botellas de cerveza de medio litro –seis vacías y cuatro llenas- de una marca suiza. Las pesaron y midieron el grosor del vidrio mediante tomografía computerizada. En un lado de cada botella se colocó una pequeña tabla de madera de pino, fijada con una capa delgada de arcilla de modelar. Luego se colocaron horizontalmente en una bañera infantil. La madera servía para distribuir el impacto que iban a recibir con una bola de acero, y la arcilla no sólo se empleó para fijar la madera, sino también como sustituto del tejido blando del cuello cabelludo. A continuación, los investigadores dejaron caer sobre ellas una bola de acero de un kilo de peso desde distintas alturas (entre 2 y 4 metros).

El objetivo era determinar el umbral de fractura mínimo de las botellas, y los resultados muestran que las vacías soportan impactos con una energía de hasta 25 julios, pero se rompen con 30. Las llenas, por su parte, se rompen con 40 julios, pero no por debajo de esa energía.

En la discusión del artículo comentan, entre otras cosas, que el mazazo con una botella llena es un 70% más potente que con una vacía, debido a la diferencia de peso (898 frente a 391 gramos). Por lo tanto, se requiere menos trabajo muscular para impactar con mayor energía cuando uno arrea a otro con la botella llena. Por otro lado, indican que otros experimentos realizados con cadáveres muestran que el cráneo humano puede fracturarse con una energía que, dependiendo de la zona de la cabeza, varía entre los 14,1 y los 68,5 julios. En consecuencia, se puede romper una crisma tanto con una botella llena como con una vacía, si bien sería más fácil hacerlo con la primera.

En conclusión, los autores las consideran “armas formidables en una disputa física cuya prohibición está justificada en situaciones que implican riesgo de conflictos humanos”. Me pregunto si la ciencia forense ha estudiado la fuerza a la que habría que impactar un vaso de plástico para hacer daño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario